Tips para estudiantes

Consejos para tener una vida universitaria plena

Por Lorena Gómez Martínez
Escuela Superior de Comercio y Administración, unidad Santo Tomás

Colegio de Contadores Públicos de México, Gaceta Entre Letras y Números

En la actualidad, la vida universitaria es una de las metas más importantes para la mayoría de los jóvenes ya que desde pequeños comenzamos a realizar planes de vida. Incluso antes de ingresar a una facultad determinada nos enfrentamos a diferentes adversidades, puesto que primero tuvimos que analizar correctamente lo que deseábamos estudiar para después dirigirnos a la vida laboral, de tal manera que consiguiéramos elegir un campo donde nuestras destrezas, habilidades y conocimientos se potencializaran.

Una vez que ingresamos a la universidad es importante tomar conciencia de que ésta es una etapa nueva en nuestra vida y por ello tenemos que ser racionales durante dicho proceso. Debido a lo anterior, he decidido compartir contigo los siguientes tips:

Cuida tu salud (mental y física)
Cada día que asistamos a clases hemos de detectar el distinto nivel de complejidad que cada materia tiene. Con el avance de los días, haremos uso de un esfuerzo físico y mental que irá incrementando. Así pues, desde que escuchamos nuestra alarma, debemos preparar nuestro cuerpo para un día lleno de actividades. Si bien en un principio podemos empezar con el clásico "uno, dos, tres, ¡arriba!", es importante tener ropa y desayuno listos con antelación, lo que nos ahorra tiempo. La buena alimentación y horas de sueño suficientes nos mantendrán en óptimas condiciones que elevarán nuestro desempeño. Es cierto que existen días buenos y malos, pero la inteligencia emocional será nuestro apoyo siempre: el conocernos y saber cómo actuamos ante ciertos momentos de tristeza, felicidad y enojo, entre otros, nos lleva a ser más agiles para mantener situaciones en calma. No todos somos partícipes de compartir de viva voz algunos sucesos de nuestra vida, por lo que si tú no eres de estas personas, busca la manera que se acople mejor a lo que deseas expresar: lee, dibuja, escribe, ejercítate o, si es una opción plausible, busca ayuda profesional. No estás solo, hay quienes están dispuestos a ayudarte en este proceso.

Sé constante y disciplinado
La disciplina nos exige constancia casi de forma inmediata. Según expertos, los buenos hábitos se desarrollan a los 21 días, para lo cual es fundamental tener cambios paulatinos y graduales. No podemos esperar que las cosas cambien si no estamos dispuestos a hacer mejoras. Es importante considerar esto sobre todo porque nos encontramos ante un proyecto de vida cuyo fin, sin duda, consiste no sólo en que nos graduemos, sino también en que nos titulemos, por supuesto. En virtud de lo anterior, el trabajo siempre será continuo durante todo el tiempo que dure la carrera elegida.

Mientras encontremos y mantengamos buenos ritmos de trabajo, nos resultará más ameno llevar a cabo distintas actividades e incluso nuestro entendimiento se verá beneficiado. Considera que de la noche a la mañana no se tienen las mejoras; es cierto, pero permanece enfocado en lo que debes hacer y hazlo. Recuerda: no caigas en preocupaciones, sino en ocupaciones.

No seas dependiente de la motivación
Muchas veces al conversar con compañeros y futuros colegas es común escuchar que las motivaciones que tienen se deben a terceros: es decir, las cosas que hacen son por sus papás, hermanos, novios, amigos, etc. Aun cuando ello puede ser un punto de partida, no lo debería ser en su totalidad. Menciono lo anterior porque existen frecuentes cambios si se pierde la motivación. ¿Continúas o te rindes? Este dilema es de los más conocidos, de ahí que no depender de una motivación sea importante para mantenerte a flote en el camino. En su lugar, podemos buscar nuevos objetivos que tengan una estructura más sólida, desde definirlos de forma clara hasta que sean alcanzables. Es imprescindible no idealizarlos, sino velar por que sean medibles para tomar decisiones que mejoren los resultados esperados. En este camino, las áreas de oportunidad nos dan la pauta para impulsar nuestro desarrollo personal. En resumen, no olvides por qué iniciaste pero mantén presente lo que te hará terminar.

Evita la procrastinación
Suele suceder que, entre más tiempo tengamos, más postergamos nuestras obligaciones. Es esta acción, posponer, la que recibe el nombre de "procrastinación". Una frase famosa dice "No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy". Actualmente, los tiempos muertos son mayores cada día: la pereza pareciera alcanzarnos con aun más fuerza ante aquellas labores para cuya realización pudiera apreciarse que se dispone de un mayor plazo. Las nuevas tecnologías, junto con redes sociales novedosas quitan mucho tiempo sobre todo en nosotros los jóvenes, de tal forma que perdemos tiempo y después nos arrepentimos porque lo necesitábamos para otras actividades. Pensemos que desaprovechar nuestro tiempo incrementará los niveles de cortisol, que es la sonada "hormona del estrés". Tomemos en cuenta que merecemos dormir bien, comer bien y tener una salud mental estable. Por consiguiente, procuremos emplear mejor nuestro tiempo. Utiliza esas horas libres para ser productivo: el tiempo libre que consigamos puede significar más horas de sueño, mejores notas, mayor conocimiento e incluso iniciar nuevas tareas. No demos por hecho que si se entrega algo de último momento ello será mejor, porque al no recibir el éxito deseado el arrepentimiento no será justificación suficiente. Hazlo ahora.

Busca experiencia laboral
Los docentes de tu unidad académica te repetirán esto con constancia. No creas que todo lo que te enseñan en la escuela es idéntico a lo que ejercerás en el campo laboral; la experiencia te hará ganar más habilidades en tu carrera. No es lo mismo, no lo olvides. Aunado a lo anterior, considera que el ambiente laboral permitirá que amplíes tus opciones de trabajo. Es decir, explorar diferentes lugares de desarrollo te conducirá a un mejor ambiente en donde puedas desenvolverte y crecer. Todos ambicionamos conseguir lo mejor siempre. En efecto, en la actualidad los jóvenes no nos vemos dependientes todo el tiempo de un jefe; buscamos independencia laboral pero para lograrlo tenemos que conocer cómo funciona ese medio. No basta sólo desearlo, hay que conocer e implementar lo necesario para trabajar en ello. Las oportunidades no llegan si no se está listo. No dudar de nuestros conocimientos es una pieza clave en esto. Además, es sustancial considerar que muchas veces no se acepta a colegas si no cuentan con experiencia, aunque hoy en día los reclutamientos son más amigables con los jóvenes ya que se es consciente de que alguien debe ser el primero en darnos la oportunidad de aprender, que nos enseñe y transmita lo que en su momento conocieron por primera vez. No tengas miedo, ve por esos nuevos retos y enfréntate a ellos.

Genera buenas relaciones
Hoy pueden ser tus compañeros, mañana tal vez sean quienes te abran las puertas ante un nuevo trabajo o proyecto. En consecuencia, sé amable y empático; todos nos encontramos en el mismo barco. Comparte tus conocimientos, ayuda a ese compañero al que se le dificulte un tema o necesite ser escuchado. Haz más ameno tu viaje y el de ellos. Recuerda que "el que agradece, todo merece". Así, generar buenos vínculos en la universidad es una parte fundamental no sólo "por negocios", si lo quisiéramos llamar así. Los amigos que creemos en ella serán para un largo tiempo. En un futuro podremos compartir más sobre nuestra vida; qué mejor que vernos cumplir más sueños e incluso derrotas que con quienes en su momento han formado parte de todo. No te enfoques en las personas negativas que sin duda conocerás en alguna ocasión; averigua cómo puedes convivir con ellas, suma a las personas a tu vida e impúlsalas de tal forma que tu círculo sea similar a ti. De esta manera, las buenas relaciones siempre serán un plus en tu entorno.

Busca tu pasión
Ama tu carrera. Qué mejor que te paguen por algo que ames hacer, ¿cierto? encontrar la pasión en lo que hagamos es, sin duda, lo mejor que puedes vivir. Desempeñarte en un buen ambiente laboral, utilizar tus conocimientos y crear nuevas experiencias a lo largo de tu vida es irremplazable. Sólo imagina despertar todos los días y hacer lo que amas. Concéntrate en cómo disfrutas lo que haces; si no es así, recuerda que cada uno cuenta con la oportunidad de modificar sus pasiones. Si no es ahí, prueba y prueba; no te quedes con la duda, busca tu camino, desafía tu ser, conviértete en aquello que te apetece que llena tu existencia, no dejes de lado que a eso te vas a dedicar la mayoría de tu vida. Por ende, es de suma relevancia hacerlo bien. Consigue tu camino, constrúyelo y añade lo que sea necesario para conseguir todo lo que un día sólo soñabas.

Los anteriores son algunos de los muchos consejos que podrás recibir como estudiante. Ten presente que la universidad es una etapa de tu vida que tiene un límite, así que ¿por qué no hacerla más grata y divertida? Todo es un nuevo comienzo: no te autosabotees, sé inteligente, no te sobre exijas. Cada nuevo paso puede ser mejor que el anterior. Conoce tu ser, disfruta los saberes que adquirirás, continúa y no des marcha atrás una vez que encuentres aquello que te apasiona. Vive tus días como mejor puedas hacerlo. Ya tendrás tiempo para todo; mientras, no dejes de lado tus mayores obligaciones; la responsabilidad es vital para alcanzar el triunfo.

Recuerda que tú eres el mejor y más importante proyecto en esta vida. Por tanto, lucha por ser la mejor versión de ti, aprende de tus errores y repara; nunca te hagas a un lado por cumplir los sueños o metas de otras personas. En el camino has de encontrar quien te quiera acompañar y apoyar en lo que tú deseas.

Por último, sé libre: que esta etapa como estudiante se convierta en una de las mejores anécdotas que tengas para contar el día de mañana.