Afectación multisectorial en México por la pandemia

Se hace un breve recuento de los múltiples impactos de la pandemia en México. En particular, del confinamiento sobre la actividad económica, el consumo y el empleo desde distintos indicadores objetivos.

Actividad económica

El primer impacto significativo que tuvo la pandemia en la actividad económica se identifica en tres fases; la primera fue a finales de 2019 y principios de 2020, con la cancelación de vuelos a nivel mundial que afectó a las regiones y entidades orientadas a las actividades turísticas como Quintana Roo y Baja California Sur, que viven de esta actividad, y donde los empleos generados son a través de restaurantes, hoteles y atención al turista. Lo habitual es que se esperaban cifras de visitantes mayores o iguales respecto al periodo anterior, lo que hizo que los prestadores de servicios tomarán confianza de sus trabajos, sin esperar ese cambio tan drástico que causó la contingencia.

El segundo impacto fue en la actividad económica con un desaceleramiento generalizado resultado de indicaciones por parte del gobierno que indicó a todas las empresas que no trabajaran en actividades esenciales suspendieran sus actividades hasta nuevo aviso, esto ocasionó que empresas manufactureras, construcciones e industrias automotrices cerrarán sus puertas. La mayoría de los mexicanos que contaban con pequeñas Pymes o microempresas, comenzaron a despedir personal. ¿Realmente fue una decisión correcta la que se tomó? Para algunas personas así fue, ya que no se tenían las medidas necesarias para laborar en esas condiciones, pero la afectación en familias tuvo un efecto significativo.

El tercer impacto se dio cuando las empresas comenzaron a retomar su flujo de actividades; los locales pueden abrir con las condiciones de sanidad y cumplimiento estricta de ésta. A la fecha hay un 23% de personas con el esquema completo de vacunación, la mayoría de ellas son de la tercera edad y personas entre 50 y 60 años. Pero, al parecer, los contagios por COVID-19 han incrementado en vez de bajar, según las gráficas presentadas en el informe diario sobre la pandemia, en este punto la mayoría de las personas volvieron a recobrar su vida "normal", manteniendo el distanciamiento social.¹

Si bien ya se dieron a conocer las fases por las que pasó México durante este periodo pandémico, ahora, ¿qué pasará con la economía mexicana? y ¿en cuánto tiempo podrá recuperarse?, realmente no se tiene un tiempo estimado para regresar un poco a la normalidad, actualmente se ha visto que el Producto Interno Bruto (PIB) incrementó en los últimos tres trimestres, comparados con la terrible caída del año anterior.

Igualmente, el gobierno mexicano ha destinado grandes cantidades a obras que podrían resultar, en este momento, innecesarias, siendo así el caso del Tren Maya, al que se destinó una cierta cantidad y al final se pedirá un préstamo en el 2022, ya que la ruta se modificará por el descontento generalizado que se tuvo con Campeche, y hablando de obras de infraestructura, tampoco se debe dejar de lado el costo financiero de la construcción del aeropuerto de Texcoco.²

Sector empleo

En los meses de abril y mayo se perdieron 900 mil empleos formales. La baja de empleos ha sido de tal celeridad y calibre igualando o excediendo a la ocurrida en los años 2008 y 2009. Lo que ha ocasionado un incremento de 100 mil personas sin laborar que se convirtieron en 12.7 millones de personas no económicamente activas, con disponibles para actuar 14 millones de personas. Esto quiere decir que no están buscando activamente un puesto, lo cual puede deberse a diversos factores. Algunos, quizá, nada más están esperando el restablecimiento de las actividades para retomar su profesión previa, ya sea eligiendo trabajo subordinado, independiente, o en muchos casos el autoempleo.

La tendencia de los últimos años muestra indicadores bastante estables, no obstante, existían ya muchas brechas en el mercado laboral y problemáticas ligadas al trabajo, en especial en términos de ingreso al trabajo y condiciones laborales. La colaboración económica a lo largo de los últimos años con respecto a la tasa de la misma participación laboral ha oscilado en torno al 60% poblacional en edad de laborar.

Generalmente el mercado laboral mexicano se caracteriza por una baja tasa de desempleo. Se puede observar que la ocupación universal aumenta en el territorio a partir de 2015 y el último trimestre previo a los efectos de la pandemia estaba en 96,6% de los activos. En el mismo lapso la tasa de desocupación ha bajado 4,6%.

Ciertos sectores habían empezado a ser impactados en términos de actividad económica, la cantidad de hombres y mujeres ocupados es muy semejante, por lo consiguiente, la tasa de desempleo no muestra una significativa brecha de género, aun cuando la tasa de desocupación es bastante baja, no refleja el panorama completo de los esfuerzos del mercado laboral.

En México, otra expresión de problemáticas laborales es la subutilización de la mano de obra, que se sugiere por la tasa de subocupación, y representa el porcentaje poblacional importante que muestra la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo cual su ocupación de hoy le demanda.

Calidad del trabajo

Siguiendo un desarrollo conceptual sobre la transición de la economía informal a la economía formal, tomando en cuenta la alusión de la "economía informal", se refiere a "todas las ocupaciones económicas elaboradas por los trabajadores y las unidades económicas que en la legislación o en la práctica permanecen insuficientemente cubiertas por sistemas formales o no lo están en absoluto".

En México se comprende cada una de las maneras de trabajo informal, por ejemplo:
1. El área informal
2. El trabajo de la casa remunerado de los domicilios
3. El trabajo agropecuario no salvaguardado
4. Los trabajadores subordinados, aun cuando trabajan en unidades económicas formales, no laboran con posibilidades de seguridad social

Economía informal y caída del trabajo formal

La pandemia además perjudicó el grado de informalidad laboral. Como ha sido presentado en años anteriores, en los últimos años la tasa de trabajo informal venía experimentando una tendencia decreciente; no obstante, no alcanza la mitad de los ocupados. Una sección del trabajo informal se recuperó por el regreso al trabajo de los independientes informales, y la reactivación del comercio actualmente.

Sectores más dañados

De acuerdo con el peligro que iban a conocer al entrar la crisis sanitaria con más fuerza, se hizo una categorización de los sectores de actividad económica en peligro elevado, medio elevado, medio bajo, medio y bajo. Los sectores que se ubicaron en un peligro máximo de perturbación gracias a la crisis fueron:

1. Las ocupaciones de alojamiento y de servicio de comidas
2. Las industrias manufactureras
3. Las ocupaciones inmobiliarias
4. Las ocupaciones administrativas y comerciales
5. El negocio al por menor y al por mayor

En pocas palabras, la crisis sanitaria afectó a la mayoría de los sectores comerciales, y por ello, profesionistas buscaron otras alternativas al ser despedidos por sus empresas, lo que incrementó el empleo informal, sosteniendo a una familia completa con un salario mínimo, que no les permite cubrir en totalidad sus necesidades. De hecho, otro efecto ha sido el incremento de la pobreza laboral, personas que han regresado a percibir un ingreso, pero, sustancialmente menor al que tenían antes de la pandemia.

Consumo en el mercado

Este efecto se produce en dos direcciones: oferta y demanda, por el lado de la oferta, los puntos de consumo están cerrado por razones de salud (restaurantes, plazas, etc.) debido a diversos factores, por ejemplo la necesidad de las personas de consumir un servicio, en este caso un restaurante, que se podría decir, representa una demanda por la mayoría de la población, lo que ocasiona una disminución en la actividad económica, conduce a una pérdida en los ingresos, lo que reduce su capacidad para consumir una variedad de productos básicos. Antes las personas que podían ahorrar y tener un dinero extra disponible destinados a entretenimiento llegaban a consumir poco o mucho, pero era constante, actualmente, ese dinero extra no se encuentra, por la baja de salarios o el desempleo, lo que causó que se perdiera la demanda.³

Así se describen brevemente los efectos económicos derivados por la pandemia y la contención, sobre los niveles de gasto y consumo observados en México, los cuales se han traducido también en la afectación en los pagos de créditos de consumo como las tarjetas de crédito y o el uso de las tarjetas de débito en los puntos de venta a diario, que, hablando de gastos, correspondían a un nivel significativo de consumo personal en el país.