Los impuestos nos harán vivir mejor
Por Axel Raúl Morales González
Universidad Panamericana

A lo largo de mis 19 años he crecido con la idea de que tendré que pagar impuestos al momento de trabajar y generar ingresos. Hace unos días por fin obtuve mi primer sueldo y me convertí en un contribuyente responsable; cuando esto sucedió, consigo vino la siguiente reflexión.
Desde pequeño he escuchado a familiares y amigos hablar mal de los impuestos, como si fuera una injusticia que nos descuenten de nuestro sueldo cierta cantidad para que sea destinada al Servicio de Administración Tributaria (SAT). Ellos siempre buscaban la forma de pagar menos impuestos para tener mayores ganancias, pues no conozco a nadie que le guste que le quiten su dinero a la fuerza y menos para dárselo al gobierno. Mientras fui creciendo, me di cuenta de que no se trataba solamente de mi alrededor; a medida que iba conociendo a más gente, me enteraba que tampoco les gustaba pagar impuestos. Era muy joven para entenderlo y en ese momento sólo creció en mí cierto resentimiento y rencor hacia el sistema por quitarnos dinero.
Luego llegué a la preparatoria, una etapa de mucho aprendizaje y conocimiento que me ha marcado para toda mi vida, y también un lugar en el que conocí otra perspectiva acerca de la tributación que influyó en mi decisión por estudiar contaduría. Aprendí que los impuestos son una herramienta del gobierno para tener la capacidad de brindarnos servicios, poner a nuestro alcance un sistema eficiente de seguridad, salud y educación, carreteras sin baches, alumbrado, banquetas, etc. En ese momento me di cuenta de que los impuestos eran necesarios para estar en posibilidades de vivir mejor. Sin embargo, también comprendí el resentimiento de la gente por tener la obligación de tributar, pues ninguno de los servicios que mencioné anteriormente están bien hechos, el gobierno no cumple con su parte; no hay medicinas ni camas suficientes en los hospitales públicos, los asaltos, los homicidios y los secuestros aumentan día con día, hay baches en muchas calles, además de que con nuestros impuestos pagamos sueldos tanto de diputados y senadores que se quedan dormidos en sus escaños como de funcionarios públicos que viven una vida llena de lujos, mientras que los contribuyentes no pueden acceder a éstos.
Pagar impuestos no debería ser visto como una injusticia. Aun cuando el gobierno durante años nos ha provocado esta idea por su mal desempeño, tributar es necesario para que los mexicanos podamos tener una mejor calidad de vida, pues si analizamos a los países de primer mundo, nos damos cuenta de que son lugares en los que los habitantes pagan grandes niveles de impuestos. La diferencia con nuestro país es que son mejor empleados por el sistema tributario.
Los contribuyentes hacen que nuestro país sea un lugar mejor; aquellos que generan ingresos y no tributan son criminales, pues gozan de los servicios sin pagarlos. Si bien tenemos la tarea de cambiar la visión que se tiene sobre los impuestos, también tenemos que exigir al gobierno, sin importar el partido, que nos brinde servicios de calidad y cumpla con nuestros derechos.